

Puede ser un brindis entre amigos, una reunión breve de trabajo, o con tu pareja, la comunicación verbal siempre está presente. Si la tomas en cuenta con conciencia, podrás mejorar tu entorno a través de mensajes asertivos y potentes que den forma a tus pensamientos.
Está claro que no vas a preparar cada una de las conversaciones de tu día a día, eso sería agotador. Más bien enfócate en los puntos álgidos, quizá un tema atascado hace días, una emoción recurrente o un tema que identifiques que tiende a alterarte.
Cuando eres el emisor del mensaje tienes que saber que no es igual lo que piensas, lo que quieres decir y lo que acabas diciendo, siempre hay brechas que se van estableciendo entre cada escalón de la construcción de tu mensaje verbal.
Si nos vamos a la etimología, la palabra claro proviene de “clarus”, y se utilizaba para describir algo que resultaba evidente. En este caso, una comunicación verbal clara tiene ese mismo objetivo. Mantener la evidencia de lo que se busca o se espera de tu receptor.
Para emitir mensajes claros puedes optar por mantener instrucciones que arrojen luz dentro de la conversación, si es el caso. O explicar, en no más de 20 palabras, alguna condición o momento que te genere incomodidad para diluir un conflicto. En general, el punto importante de la claridad es pensar en el panorama completo y lograr, de forma sencilla, traducir tu pensamiento en palabras clave. Que te den la posibilidad de emitir un mensaje que disminuya al máximo la brecha entre lo que tú quieres realmente decir y lo que tus interlocutores escuchen.
Un mensaje largo y vacío, lleno de laberintos, no hace más que confundir y apagar la comunicación verbal. Para que te hagas una idea, prestamos una atención máxima a un elemento solo por 9 minutos, si hay elementos distractores solo 5.
Por eso, ser conciso y breve, es vital para que tu comunicación verbal se vuelva eficiente y mejore cada vez. Práctica eliminando las muletillas cada vez que hables, sea en un contexto profesional o no. Esto hará que tu discurso sea más breve y conciso, evitando la pérdida de atención y aumentando la eficiencia cuando sea un contexto más importante.
Cuando hablamos de algo concreto, nos referimos a algo preciso, detallado o bien delimitado. Cualquiera de las descripciones, e incluso todas ellas, aplican al momento de manejar mejor la comunicación verbal.
Si logras ser preciso y detallado, delimitando el tema del momento, favoreces a una comunicación verbal eficiente y sin grietas. Es decir, si puedes preparar tu discurso para que dure 10 minutos en vez de 20, y dar a los oyentes el contexto específico que necesitan para entender tu idea, pero no todos los detalles; lograrás transmitir de forma armónica pero breve la información que necesites emitir.
Para terminar este post, te daremos 3 tips de Skiller de comunicación en Skills Managers, Ana Aínsa, que te ayudarán a entrar en una sintonía de nivel distinto con tu audiencia.
En nuestro curso, Ana Aínsa revela muchos consejos y trucos que te permiten llegar mucho más lejos cuando se trata de comunicación verbal en escenarios, pero también consejos para la vida.
Estos tres que escogimos para ti tienen el objetivo de centrarte y llevarte a otro nivel de comunicación verbal a nivel personal.
Mentir, aunque no lo parezca, te aleja de tu audiencia. Y no solo eso, además, requerirá mucho esfuerzo de tu parte para mantenerte firme en esa línea.
La falta de sinceridad cuando se hace una comunicación a tu equipo o en casa resquebraja la confianza, y una vez este vínculo se ha roto es muy complejo generar empatía en tu oyente.
Vale, vale, seremos sinceros, pero, ¿qué hacemos cuando la sinceridad podría destruir otra cosa o tener repercusiones más amplias? Aquí tienes que saber que decir la verdad no es decirlo todo y enfocarse a lo negativo, sino comunicar de forma correcta y de acuerdo a los objetivos.
Manejar un vocabulario adecuado para tu audiencia es la base de la comunicación verbal, no solo porque es una forma de cerrar la brecha entre lo que dices y lo que tu entorno entiende, sino porque hacerlo establece la empatía y el acercamiento al público con el que estás tratando.
Si quieres realmente dominar estas técnicas para públicos heterogéneos, te recomendamos el curso Comunica Acción, pero mientras tanto será suficiente con comentarte que adecuar el vocabulario a un público homogéneo es un poco más sencillo. Supongamos el ejemplo de una persona que está haciendo una demostración de ventas de un software contable para administradores.
Esta persona podrá utilizar términos técnicos para referirse a las funcionalidades del programa y sus beneficios, sin embargo, si este mismo software estuviera mostrándose a un grupo de médicos que también requieren llevar sus cuentas, el lenguaje y ejemplos tendrían que cambiar hacia algo más familiar para este último grupo.
El 2020 nos ha hecho expertos en cambios radicales sin embargo cuando se trata de comunicación, lo que más ha cambiado es el canal por donde nos comunicamos, no la forma. Esto ha complicado la comunicación verbal aún más.
Hemos volcado nuestra manera de hablar cara a cara, donde la interacción era más completa, a una comunicación escrita (bien sea Whatsapp o emails). Y los malos entendidos se van gestando porque simplemente no es lo mismo escuchar la entonación de un mensaje a percibirlo sin el acompañamiento de los demás elementos.
Te dejamos unos tips que van a ayudarte a mejorar la comunicación verbal escrita en tiempos de distanciamiento:
Pensar lo que vas a decir y cómo vas a hacerlo en función de quienes te escuchan es una habilidad que se puede desarrollar de forma progresiva. Y es que mejorar tu comunicación verbal te ayudará en cualquier aspecto de tu vida. Ponle atención y empieza a practicar los consejos de Ana para empezar a crecer.
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